domingo, 27 de octubre de 2013

SER JUSTOS PARA RECLAMAR JUSTICIA


Una vez más, y esta deber ser como la enésima, las víctimas de ETA se dan cita para, junto con todos aquellos españoles de bien que deseen estar presentes, reclamar justicia y dignidad. Es claro y patente que el asunto en cuestión es muy loable y necesario, faltaría más, pero no es menos cierto que hay que tener claro a quién se le reclama.

Esto es justo a lo que me vengo a referir con la manifestación acaecida este Domingo día 27  en la Plaza de Colón en Madrid.  Convocaba la AVT, encabezada por su presidenta, Ángeles Pedraza, victima de ETA, y por tanto, todos mis respetos; pero fue esta señora la que, en un afán de criticar, a mi entender, lo poco bien y lo mucho mal que se ha hecho en los últimos años en la lucha contra el terrorismo, olvido darle a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar. Porque si bien fue Zapatero, mayor culpable y antipatriota que haya dado la historia de España,  el que con su ansia de negociación trazó la hoja de ruta de lo que hoy ha desembocado en el bochornoso pisoteo de la soberanía Española en cuanto a la lucha terrorista, no es menos cierto que otros gobiernos como el actual, sea por omisión o quien sabe, ha puesto en bandeja que tal hecatombe se consume.


La señora Ángeles Pedraza , como ya he dicho,debía haber sido justa si reclamaba justicia, y no lo ha sido. Es más, ha dejado patente su claro servilismo torticero a aquellos que también tienen culpa en lo que esta reclamando, y ella sola se ha puesto una venda conscientemente, venda que los que allí nos dábamos cita hemos podido vislumbrar claramente, y que no ha servido si no para acrecentar el recelo hacia las asociaciones de víctimas, que, sinceramente deberían, a estas alturas, tener altura de miras si de verdad quieren defender la dignidad de sus muertos.



José Luis Martínez Padilla

jueves, 3 de octubre de 2013

LO QUE CATALUÑA IMPORTA A ESPAÑA





Con este titulo, que se podría sustituir por el de "lo que importa España a los Españoles", se podría resumir esencialmente lo que va a significar el acto, por otro lado histórico, que esta previsto  se celebre el próximo sábado 12 de Octubre, con motivo de la celebración mayor del Día de la Hispanidad, en Cataluña. Este acto está promovido por una plataforma cívica, a la cual se han adherido posteriormente otras instituciones, entre ellas varios partidos políticos; sin embargo, en este acto importarán más las personas que aquellos.

Cataluña es un territorio de España, del cual hay que estar orgullosos, como de cualquier otro, sin duda, y debemos estar orgullosos asimismo de que se celebre allí cualquier acto que engrandezca a España, puesto que indirectamente se estará engrandeciendo a Cataluña. No nos podemos avergonzar de Cataluña, ni de nuestros compatriotas los catalanes, entre otras cosas porque muchos de los que allí pacen son de origen andaluz; es más, lo bueno seria dialogar con ellos, decirles que estamos en el mismo barco, y ya de paso, hacerles ver, que todo esto ha sido un invento de una casta política anti-patriota, corrupta y sin escrúpulos, que, con el beneplácito de sucesivos gobiernos nacionales, han conseguido que se llegue al extremo de que a muchos compatriotas se les inocule el odio a España, cosa que no se puede consentir y que debemos denunciar en todos los ámbitos posibles.

No podemos negar que la gran culpa de esta situación la tienen sin duda las esferas políticas; han sido numerosos los cargos políticos en Cataluña los que se han servido del poder para obtener réditos políticos a base de insertar en la mente de gente llana la idea de que España les roba y es el enemigo. Ante esto hay que decir dos cosas: primero, España como tal no puede robar, en todo caso los que podrán haber robado son los políticos que hayan podido gobernar España, pero esta claro que cuando estos roban lo hacen a todos los españoles, y cualquier español se puede sentir igual de ofendido que un catalán (como español que también es).

No me gustaría extenderme mas en la cuestión, al igual que no me gustaría irme sin antes destacar el papel que la Constitución Española juega en este punto. Han sido ya diversas las amenazas que desde la autonomía de Cataluña se han lanzado en lo que se ha venido a llamar, de forma errónea a mi juicio, un pulso contra el Estado Español, que no es sino un pulso contra el artículo 2 de la Constitución, ni mas ni menos. La propia Constitución Española prevé en su artículo 155 que se pueda suspender la autonomía en casos de esta naturaleza; pues bien todavía no se ha escuchado a ningún político, tantos que hay que enarbolan la defensa de la Unidad de España, sopesar si quiera la posibilidad de aplicar esto.

Pero en fin dejemos que la ciudadanía se entienda porque como tengamos que confiar en los que nos gobiernan y nos han gobernado en estos años de democracia, apañados estamos. Dejemos que los compatriotas hablen y hagan de España una nación grande, unida y en libertad.



José Luis Martínez Padilla




martes, 1 de octubre de 2013

JAQUE AL REY



Ante la manifestación que tuvo lugar por las calles de Madrid el pasado 28 de septiembre, y con el lema Jaque al Rey, desearía hacer una serie de consideraciones.

Los manifestantes, y ante el aún convaleciente estado de salud de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, consecuencia de una reciente operación de cadera, salieron a la calle para clamar por el advenimiento de la III República Española. La pretensión, aunque legítima, merece de una importante reflexión.

Es cierto que la Casa Real española se ha visto salpicada en los últimos meses por escándalos de corrupción y es cierto que la Jefatura del Estado español, al igual que otras instituciones y organismos del Estado, deberían ser más transparentes y cercanos, pero lo que no es menos cierto es la contribución del Rey Don Juan Carlos a los mejores años de paz, libertad, prosperidad y bienestar social que hemos disfrutado los españoles.

A los manifestantes del pasado sábado 28 de septiembre habría que decirles que ser republicano es votar al Jefe del Estado, y que los españoles ya votamos cuando refrendamos la Constitución de 1978, es verdad que muchos españoles, sobre todo jóvenes, no hemos tenido oportunidad de votar la Constitución, pero también es verdad que tampoco hemos votado los Estatutos de Autonomía o la entrada de España en la OTAN, y sin embargo, no estamos a diario debatiendo si queremos o no autonomías en España, o si queremos o no que España este presente en la OTAN.

Los españoles, como los ciudadanos de cualquier nación no podemos estar votando continuamente nuestra norma fundamental, si queremos que todos votemos la Constitución, tendríamos que estar refrendándola cada año para que ninguna generación se quedase sin pronunciarse sobre el tema, sin embargo, en ningún país ocurre esto debido a la inestabilidad que se generaría y al elevado coste de un referéndum. Nuestra Constitución, como es lógico, tiene sus propios cauces para ser reformada, quien quiera cambiarla, que vaya de frente y lo haga según los tramites establecidos para ello.

Desgraciadamente, todos los que acudieron a la manifestación contra la monarquía portaban banderas de España de la época de la II República y no la actual y constitucional bandera de España. La bandera de la II República es una bandera de España, de la España de aquel momento, pero de España, al igual que lo fue la bandera de la I Republica Española o de otros regimenes políticos que hemos tenido a lo largo de la historia de nuestra nación.

La utilización de la bandera de la II Republica resulta perniciosa para los que la usan y para todos, pues, llegado el caso, si en España hubiera una III República jamás sería igual que la primera o la segunda, sería distinta, pero no igual, por tanto, ¿Por qué aferrarse a la bandera de la II Republica y no a la bandera de la I Republica? No lo entiendo.

Pero volviendo a los que piden volver a votar la Constitución, simplemente porque muchos jóvenes no la hemos votado, me gustaría decirles que la Constitución de 1978 reconoce unos derechos y libertades públicas y privadas que hasta ese momento eran impensables, y que aunque muchos jóvenes no hayamos votado la Constitución debemos sentirnos orgullosos de formar parte de lo que me gusta denominar como “la generación de la libertad”, sí, una generación que nació en la década o posteriormente a la caída del muro de Berlín, y que por tanto hemos vivido siempre en un mundo sin fronteras ni divisiones.

Por otra parte, llama la atención la utilización que algunos han hecho de la enfermedad del Rey, y de la operación de este en un hospital privado, los mismos que criticaron que la Delegada del Gobierno de Madrid fuese atendida, tras un accidente de moto, en un hospital público, criticaron que el Rey, por prescripción médica, fuese a un hospital privado, tendríamos que preguntarnos ¿Qué es lo que quieren?

Finalmente, me gustaría hacer un alegato a los principales partidos políticos en España para que tengan una mayor visión de Estado y altura de miras, y defiendan sin ambages la unidad de España, la Constitución, la democracia y la libertad.

JUAN SEBASTIAN MORALES GÁMEZ