Muchos van a ser los movimientos que se produzcan en muchos sentidos a partir del comunicado de ETA. Se está hablando desde medidas de gracia, acercamiento de presos, ley de partidos, desarme por parte de la banda, disolución, etc. Tendremos tiempo para verlo.
Pero quiero entrar en un terreno, como dije en la anterior entrada, que es bastante más prosaico y descarnado que el que quizá conviniera resaltar en estos momentos.
Llegados a este punto, aquellos que hemos seguido la cobertura informativa que se le ha estado dando a todos los acontecimientos desencadenados desde el comunicado de la banda terrorista, podemos extraer ciertas conclusiones. La mía es la que sigue.
Es cierto que el PSOE está intentando apuntarse la victoria sobre ETA. Patxi López se la atribuyó con carácter exclusivo y excluyente a su correligionario Rubalcaba el otro día en el mitin del PSOE de San Sebastián. Pero es más cierto que muchos de los medios de comunicación más cercanos al PP están tomando, por lo general, una postura muy contrariada en cuanto a lo que se ha producido.
En el PP, dada la proximidad de las elecciones, y según veo por las declaraciones de sus dirigentes, se ha optado, sin embargo, por un vía muchísimo más inteligente y que creo que ha dado en el clavo de lleno. La postura del Partido Popular es la de dejarse llevar por el alborozo, eso sí, más o menos prudente dependiendo de con quien hablemos, que se vive en la generalidad de la opinión pública y mediática. Se podría decir que se ha subido al carro de las celebraciones por la "victoria".
El PP ha hecho también sus propias cábalas y su particular análisis. Mariano Rajoy dijo que desde el Congreso de 2008 en Valencia, ha intentado desaparejar al PP de la imagen de partido desagradable que podría haber dado hasta entonces. El Partido Popular, a lo largo de la legislatura se ha centrado fundamentalmente en aquella parcela, en la que no había que discutir de política ni asuntos de envergadura, sino de números; la economía. O salen o no salen los números. Y al gobierno de Zapatero le salían cinco millones de parados. Nada menos. Se ha abandonado aquella postura mucho más beligerante de 2004-2008. La pésima gestión económica de ZP, y el hecho de sentarse a esperar pasar el cadáver de su enemigo por la puerta de su casa, van a deparar más que probablemente, la llegada de Rajoy a La Moncloa.
¿Por qué complicarse la vida a última hora refunfuñando y poniendo pegas ante un comunicado generalmente bien acogido y por ello dar imagen de "que me jode" porque va en contra mía? Pues porque electoralmente, esta postura, puede interesar a Rubalcaba y al PSOE.
No, el PP ha optado por efectuar las oportunas precauciones ante el comunicado, pero abrazarlo a fin de cuentas. ¿Va a tirar por la borda a última hora la atemperada imagen que ha ido confeccionando hasta ahora apartando a los "duros" Acebes, Zaplana, Mayor Oreja, etc. por los "almibarados" Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, González Pons, Ruíz-Gallardón?. No.
Con esto no quiero decir que el PP renuncie a la defensa de las víctimas del terrorismo puesto que no se puede decir ésto de las palabras de sus líderes. Pero no esperen predicamento alguno de altos cargos del PP el día 29 de octubre en Madrid en la concentración de Voces Contra el Terrorismo. Lo dudo mucho. ¿Irá el implacable Gil Lázaro azote del Faisán?.
En cuanto a lo dicho anteriormente acerca de la posición de medios de comunicación afines al PP (El Mundo, La Razón, Intereconomía...) hay que ver el muy escéptico tratamiento que están ofreciendo a toda esta historia. Escéptico quizá sería quedarse corto.
En "El Gato al Agua" del lunes 24 de octubre. A las 22.12 horas, se nos pasaba un vídeo acerca de "Las lágrimas del PSOE", acerca de las lágrimas que se le saltaron a Patxi López y Rubalcaba en el mitin del PSOE de San Sebastián, o a Carles Francino en Cadena Ser. En cuanto a ésto podría incluso ser cierto que Rubalcaba y los demás sean seres deprovistos del más mínimo reparo, decencia y humanidad y sus lágrimas fueran intencionadas para ganar votos, tal y como sugieren. Pero éso no se dice. No lo veo conveniente, y desde el punto de vista ético tampoco me parece bien. Hay que pensar, que Rubalcaba, como Ministro del Interior, ha enjugado en su hombro las mejillas tomadas por las lágrimas de alguna madre a la que han matado a su hijo los etarras, y; o Rubalcaba no tiene corazón, o Rubalcaba podría haberse acordado en aquel momento de esos trances tan aciagos. Aparte de haber enterrado a muchos compañeros de partido. Es cierto, es el Ministro del Faisán. Pero, repito, éso no se dice, aunque pueda pensarse e incluso ser verdad, porque das la imagen de que te jode el hecho de que muy probablemente Rubalcaba haya empleado su último recurso. Es en este tipo de provocaciones, en las que el PP no ha caído, para no destruír la imagen labrada. Han sido listos.
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