Acaba el verano y
empieza la actividad política de lleno en nuestro país. Somos muchos los
españoles que añadiremos una preocupación más a nuestra lista de problemas
personales: ¿Qué va a pasar? ¿Habrá reaccionado ya el PP corrigiendo sus
errores, o va a regalar en bandeja de plata el gobierno del país a la izquierda
radical?
En cuatro años, hemos
visto una luz al final del túnel en lo que se refiere a la economía, pero ahora
sólo quedan cuatro meses para que el centro derecha equilibre todos aquellos
puntos que dejó olvidados y que le ha cobrado muy caro su electorado
tradicional. Deben entender, que por no haber optado por un partido mucho más
conservador, han perdido su sello de identidad que los caracterizó durante
muchos años, y nadan entre la ambigüedad, sin querer aplicarse la frase bíblica
de que “ningún siervo puede servir a dos amos a la vez”.
Los votantes del PP
hemos soportado muchos cambios absurdos, hasta el punto de querer avergonzarnos
de nuestro himno durante las fiestas religiosas. Mucha gente nos preguntamos si
los elefantes blancos que agonizan dentro del PP van a seguir cambiándose la
silla, o por fin la savia nueva va a tomar las riendas y va a resurgir como el
Ave Fénix, porque buena falta nos hace a todos aquellos que no nos sentimos
representados en el panorama político de nuestro país.
@luchig14