Tras las elecciones autonómicas
de Cataluña y ante lo ocurrido en las mismas, nos encontramos con la
convocatoria de elecciones generales para el próximo 20 de diciembre del
presente año, es conveniente, ante tanta cita electoral pararnos un momento a reflexionar
sobre donde estamos y hacia donde vamos.
Desde mayo de 2014 y hasta
octubre de 2016 en que con toda probabilidad tendrán lugar las elecciones en
Galicia y País Vasco, si estas no se adelantan, se habrá renovado todo el
panorama político español, una renovación que ha tenido como nota dominante la
aparición con fuerza de dos formaciones políticas de carácter nacional,
Ciudadanos y Podemos, sin darnos cuenta con esta renovación de las
instituciones democráticas y en el momento que estamos viviendo se puede decir
que estamos siendo testigos de la “segunda transición”.
Una vez realizadas las elecciones
antes citadas, en poco más de dos años habremos renovado todas las
instituciones, sin embargo algo debe llamarnos la atención, y no es que PP y
PSOE hayan perdido fuerza sino que al igual que ha sucedido en Comunidades Autónomas
y Ayuntamientos, sean las fuerzas políticas que han perdido las elecciones las
que gobiernen frente a las que han ganado.
Es cierto que esto es algo que ya
había sucedido antes (no de una forma tan radical como tras las elecciones de
mayo) pero la verdad es que es algo que no ha ocurrido nunca en el ámbito
nacional, siempre el partido que ha ganado las elecciones generales ha sido
quien ha gobernado, bien con mayoría absoluta, bien con mayoría simple, en minoría
o con pactos, pero nunca antes se había visto como posible que el segundo
partido pudiese gobernar con el apoyo del tercero o el cuarto, marginando de
esta forma al ganador.
Todas las encuestas dan como
vencedor de las elecciones del 20D al PP, y sin embargo no son pocos los
analistas políticos que ya dan por bueno y posible un pacto de PSOE con
Ciudadanos o con Podemos, o incluso con ambos, esta situación nunca vista debe
hacernos pensar y tener muy clara la importancia de los próximos comicios en los que nos jugamos todo, se podría decir que tras lo ocurrido en Cataluña nos
jugamos España, nos jugamos nuestra razón de ser.
Mientras que en Portugal se ha
respetado la voluntad de la mayoría de portugueses, en España parece que lo que
diga la mayoría de los ciudadanos le va a importar bien poco a quien pierda las
elecciones, lo hemos visto en mayo y desgraciadamente parece que lo vamos a
volver a ver en diciembre.
Sin embargo la tan necesaria reforma
de la ley electoral para primar al partido que gane todavía no ha podido ver la
luz. Es conveniente que ante esta situación los españoles seamos responsables y
demos la confianza a una candidatura, con un programa electoral en mano y con
unos candidatos, y no a quienes aunque se presenten de forma separada, con
distintos programas y candidatos, tras las elecciones pretendan juntarse
impidiendo que la voluntad mayoritaria de las urnas se vea reflejada en la
gobernabilidad de España. Nuestro voto por tanto se hace más necesario que
nunca en las que sin duda serán las elecciones más importantes de la
democracia.
Juan Sebastián Morales Gámez
@juansmorales
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