EL GOBIERNO DE RAJOY

Después de ser investido de la confianza de la mayoría absoluta de diputados que conforman el Congreso, y de jurar su cargo ante el Rey y ser nombrado por él como Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy Brey ha conformado finalmente su Gobierno.

Vicepresidenta y Ministra de Presidencia: Soraya Sáenz de Santa María.

Ministro de Economía y Competitividad: Luis de Guindos.

Ministro de Hacienda y AAPP: Cristóbal Montoro.

Ministro de Justicia: Alberto Ruiz-Gallardón.

Ministro del Interior: Jorge Fernández Díaz.

Ministro de Exteriores y Cooperación: José Manuel García-Margallo.

Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: Ana Mato.

Ministra de Fomento: Ana Pastor.

Ministro de Defensa: Pedro Morenés.

Ministro de Empleo y Seguridad Social: Fátima Báñez.

Ministro de Industria, Energía y Turismo: José Manuel Soria.

Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: Miguel Arias Cañete.

Ministro de Educación, Cultura y Deportes: José Ignacio Wert.

De esta relación de catorce personas que serán las encargadas de gobernar España se espera mucho. Principalmente que sean capaces de sacar al país de la crisis económica en la que está inmerso de lleno, con absoluta premura para reducir las cifras de paro. Pero por otra parte se espera una reforma laboral, una reforma de la ley de educación, de la Justicia y el Tribunal Constitucional, y también, un plan para la liquidación definitiva de ETA.

Estudiando la composición del Gobierno podemos concluir que el tiempo de la cuota de mujeres en esta institución se ha acabado. Serán, según ha dicho Rajoy, los más competentes. Hombres y mujeres, sin distinción, por sus propios méritos y no porque deba de cumplirse una paridad mal entendida. Aquella era una paridad en número de ineptos.

Y es que, de la formación y experiencia de los nuevos ministros del Reino de España, no podemos sino reconocer el hecho, de que al menos, a priori, están a la altura de las circunstancias. Sin tratarse de un gobierno de tecnócratas sí es cierto que cuenta con personas especialmente facultadas para desempeñar los cargos que asumen.

Por último, solo cabe desear que el nuevo Gobierno, además de ser recordado como tal, sea también recordado por ser el Gobierno del buen gobierno. De aquel que devuelva a esta gran y antigua nación a la posición que merecemos los españoles y que merece España.