El próximo domingo 25 de mayo los
europeos tenemos una cita importantísima con las urnas, 400 millones de ciudadanos
estamos llamados a elegir a nuestros representantes en el europarlamento.
Sin embargo, hoy más que nunca
azuza el fantasma de la abstención y el desafecto por los políticos está
llegando a límites nunca sospechados, los insultos en twitter y las agresiones
a los políticos se están convirtiendo en una constante y eso es algo que los
demócratas tenemos que rechazar.
Son muchos los asuntos que se
sustancian en la Unión Europea
y por tanto, lejos de, como algunos dicen, ser unas elecciones menores, son
unas elecciones con mayúsculas, el domingo elegimos al Parlamento más
democrático tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y además se elige al
Presidente de la Comisión Europea.
Ir a votar es el deber moral de
quienes creemos y defendemos la importancia de la democracia, si no vamos a
votar deberíamos preguntarnos ¿Si no tenemos democracia que tenemos? Ahí lo
dejo. Además si como algunas encuestas señalan, la abstención supera a la
participación en porcentaje deberemos echarnos las manos a la cabeza pues
habremos fracasado. Es cierto que los escaños que nos corresponden a los
españoles y los escaños que corresponden al resto de naciones europeas se
cubrirán pero con una clara oposición de una gran parte de la población
europea.
En la víspera de la jornada de
reflexión debemos de pensar muy bien lo que nos jugamos para los próximos cinco
años, hasta 2019 no volveremos a votar para elegir representantes en Europa y
debemos de meditarlo muy seriamente.
En España se han presentado 41
formaciones políticas, estoy convencido de que alguna de ellas se ajustara a lo
que defendemos, no voy a decir a quien tienen que votar pues solo faltaría pero
si voy a insistir en que deben de votar, muchos pensaran que votar a un partido
minoritario no sirve para nada y es tirar el voto porque no va a conseguir
representación, nada más lejos, votar a un partido aunque finalmente no consiga
representación es mucho mejor que quedarse en casa porque es fortalecer la
democracia, aun así, si no estamos a favor de ninguna de las formaciones
políticas que concurren podemos votar en blanco, pero votar, muchos piensan que
esto no sirve para nada y que tal vez sería bueno que los votos en blanco
computasen como votos a una formación quedando escaños vacíos en el
Parlamento, no les falta razón a quienes defienden esta pretensión pero en
cualquier caso solo votando es como pueden defenderla, nunca quedándose en
casa. Además y para concluir, votando fortalecemos la democracia, defendemos la
libertad, y entendemos que todos tenemos cabida en el juego siempre que
defendamos nuestras ideas con respeto y tolerancia a los demás, quedarse en casa
no sirve para nada, el 25 de mayo están en juego muchas cosas que nos afectan
directamente y lo mejor que podemos hacer es ejercer ese derecho que tanto
trabajo costo conseguir y por lo que generaciones pasadas lucharon
denodadamente que no es otro que el derecho al sufragio universal.
Más información sobre las
elecciones:
Juan Sebastián Morales Gámez
La abstención a los que mayormente perjudica es a los partidos grandes. ¿Por qué? Sencillamente porque hay multitud de partidos pequeños cuya situación no variará ya que es tan su inferioridad respeto a los dos grandes partidos que un voto más o menos no les repercutirá en nada. Sin embargo los dos grandes partidos, en especial el que soporta al actual Gobierno de la Nación, necesitan ver que la gente acude a votar (y si les votan a ellos mejor, claro está) para poder sacar pecho y presumir de lo bien que funciona la democracia (a pesar de que no es así) y poder seguir viviendo de un sistema en el que se sienten francamente cómodos, puesto que viven de él y a su costa. Por tanto, la única forma de cambiar el sistema, es no acudiendo a las urnas y demostrando que se está en contra de él.
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