DE LOS EURODIPUTADOS

Vista exterior del Parlamento Europeo

Ha sido rechazada recientemente en el Parlamento Europeo la propuesta de un diputado portugués que pretendía que los miembros de dicha cámara viajaran en la clase turista de los aviones en los desplazamientos de trabajo para ahorrar ese dinero al parlamento, y por tanto, a todos. En este momento los eurodiputados viajan en business. La diferencia viene oscilando en torno a 1/3 del precio en business o clase preferente.

Y la propuesta o moción, ha sido rechazada por un amplio grupo del espectro parlamentario, mayoritariamente fue rechazada. Entre los españoles votaron en contra de la medida todos los diputados del PSOE, Sosa Wagner por UPyD, casi todos los del Partido Popular y sí votaron a favor de la misma representantes de ICV y ERC.

En el momento en que leemos esta noticia nos embarga una sensación de disgusto e indignación por el cuerpo. Pero pensémoslo fríamente.

Es cierto, que en Europa, al no tener una extensión exageradamente amplia, los trayectos que cubren los eurodiputados en avión no suelen sobrepasar las 4 horas. En consecuencia, por éste motivo, no sería un gran sacrificio el que se les pediría a los europarlamentarios. Por otra parte, hay que reconocer que entre el billete turista y el business hay una sustanciosa diferencia, el triple. Tampoco está de más, que dados los tiempos que pasamos (aunque no tengan nada que ver para un español y un alemán) sería ejemplar que, al menos de forma transitoria, hubieran apoyado la medida. En éste caso ni siquiera se da eso que viene a llamarse "chocolate del loro", porque si bien es cierto que el gasto público recae abrumadoramente sobre las políticas, también es cierto que los gastos institucionales de estos 750 europarlamentarios "sale por un pico."

El pleno del Parlamento Europeo

Por otra parte, no hay que perder de vista que la dignidad del cargo del que se encomienda a la "res publica", el político, debe de llevar aparejado un buen sueldo. Sí, nuestros gobernantes y nuestros políticos deben de estar generosamente remunerados. Eso claro está, que cumplan minuciosamente con el desempeño de sus cargos, es decir, sus funciones, su trabajo. Porque lo que no vale es que cobren un sueldazo, viajen en business y además hagan trampas, como fue revelado recientemente por un diario inglés, el que diputados, entre ellos una socialista española, llegaban a Bruselas para fichar y cobrar la dieta de desplazamiento. Éso, aunque reglamentariamente sea lícito, moral y éticamente es intolerable, repugnante y abusivo.

En definitiva, sí habría sido provechoso el aprobar esta moción particularmente ahora, pero lo que no podemos pretender es que los mandatarios de las naciones, nuestros primeros, por motivos demagógicos y populistas, no acompañen al cargo (que es lo relevante, no la persona que lo ostenta) el nivel de dignidad que requiere. Finalmente, el estilo debe de ser eso sí, austero, sobrio, sin lujo, pero sin olvidar nunca que son la nación representada.