EL OCASO DE UN TIEMPO

Al día siguiente de anunciarse un principio de acuerdo entre Gobierno, UGT y CCOO, CEOE (patronal) y con la predisposición favorable del Partido Popular para la modificación parcial del sistema público de pensiones nos sacude una vez más la Encuesta de Población Activa (EPA), que revela que en el año de 2010 el número de desempleados en España volvió a incrementarse hasta en 370.000 personas más. Hay 4.7 millones de desempleados en España, y la profusa hemorragia no se corta.

Estadística de elpais.com

Estas cifras de aumento desbocado y sin control del desempleo, por más veces que se repitan, al contrario que a Zapatero, no nos dejan de preocupar y de indignar, más aún, cuando lo estamos viendo en la calle todos los días. A diferencia de Zapatero, quien ha dimitido de hecho de todas sus funciones y tareas, encerrándose en la soledad de La Moncloa, y dejando al mando del timón al Gran Hermano Rubalcaba.

El desempleo, el paro, azota especialmente a los jóvenes, menores de 35 años, de los que mantiene ociosos al 43.6%. Y sin embargo, nuestro Presidente, se excusa y además se rinde, alegando que es un problema estructural y de difícil solución. Señor Zapatero ¿Para qué le pagamos?. ¿Es que gobernar es fácil?. ¿Si no lo puede usted solucionar, no sería más honesto dimitir?.

Y es que ya es un hecho incontrovertible que los jóvenes vamos a ser la primera generación de españoles en la historia en vivir peor que nuestros padres. Todo ello gracias a un Gobierno que está presidido por un irresponsable que además es incapaz de estar a la altura de las circunstancias por las cuales se ha visto ampliamente rebasado.

Así pues, nos encontramos con que las pensiones nos las imponen desde el extranjero, indistintamente que sea EE.UU., Alemania, Francia, el FMI, la OCDE, o la C.E.

El incremento de la edad legal de jubilación hasta los 67 años es un arma de doble filo, pues si bien, se supone, que es una medida tendente a asegurar la viabilidad del sistema público de pensiones más allá de 2027, también es verdad que cuanto más tarde se retiren los trabajadores que están en activo, más tarde se producirá también la entrada en el mercado laboral de los jóvenes que ya no piden, sino que claman por un empleo.

Hace unos días, el canal de TDT Veo7 (El Mundo), ofrecía una entrevista con Zapatero, en el que éste se vanagloriaba de la firmeza de sus convicciones. Me pregunto: ¿Una firmeza en las convicciones llevan a suprimir un Ministerio de Igualdad de creación propia, el regresivo cheque bebé de creación propia o a, después de haberlo negado como Pedro a Jesús, rebajar los derechos sociales?. ¿Las convicciones de Zapatero incluyen rebajar el salario un 5% a los funcionarios, a congelar las pensiones, a incrementar el también regresivo IVA?. Zapatero, ¿Tú estás convencido del aborto porque sí?. Vaya convicciones las del Presidente del Gobierno. O bien cambian de la noche al día, o bien son convicciones hechas en un sentido que no nos debemos de extrañar del estado y la marcha de España.

En definitiva, y volviendo al título que encabeza esta entrada, nos encontramos ante el que debe de ser el fin de un tiempo, el tiempo del socialismo al frente del Gobierno de España, que tanto por nuestro empleo, como por nuestra libertad, e incluso también, por nuestra higiene mental, debe de ser prontamente desterrado de nuestras vidas.