Muchos han sido los análisis de
las elecciones europeas durante estos últimos días, pero sobre todo han sido
graves las consecuencias. Éstas, han llevado, incluso, a dimitir al líder de la
oposición. Como siempre, los analistas afines a cada partido barren para su
casa para, o bien, dulcificar la derrota, o bien, para engrandecer
la pírrica victoria.
Pero hemos echado en falta que alguien hable de la que ha vuelto a perder la batalla. ¿Adivina quién ha sido? ¡Sí! Efectivamente, la misma que lleva décadas desangrándose por muchos sitios y que sólo se mantiene en pie por la grandeza de su misión. Por supuesto, hablo de España.
A modo de resumen: en Cataluña
ganó ERC a CiU por 50.000 votos, juntando entre ambas
formaciones, más de un millón de votos. Dato importante si se compara con
los 400.000 que consiguen entre Ciudadanos y PP. Increíble la subida de BILDU
en Navarra en la que el PP sólo les ha ganado por poco más de 10.000
votos. Por último, en el País Vasco, BILDU ha quedado por detrás del PNV pero
por sólo 30.000 votos, ganando en Álava y Guipúzcoa.
Es decir, los partidos claramente contrarios a la unidad y solidaridad de
España, han cosechado un incremento considerable que hace
traslucir una tragedia: hay muchos ciudadanos que están siendo convencidos
con el discurso de la secesión.
Pero quiero hablar de los que sin ser abiertamente enemigos de España han colaborado con sus políticas, a crear el escenario actual que vive nuestra nación. El PSOE se ha hundido y lo que es peor, tras unos meses de oposición, no sólo no ha conseguido arrastrar los votos de los "descontentos" sino que encima ha favorecido que el futuro "Frente Popular 2.0" se consolide y ha creado un monstruo que le acabará engullendo, al tiempo.
Por el otro lado, el PP que contaba con la bandera de la incipiente recuperación económica, se ha dado cuenta que por sus políticas, se han dejado 2.500.000 de sus fieles votantes. No creo que haya sido sólo el tema económico, y cometerían un grave error político pensar así. Su paso atrás en temas tan importantes para sus votantes como la defensa de España en Cataluña y País Vasco, el desprecio a las víctimas del terrorismo o la corrupción, han dado un empujón a muchos de sus votantes, que se han ido a UPyD, Ciudadanos y VOX.
Se puede concluir que los
enemigos de España crecen de manera imparable y que los que la han defendido en
todos sus frentes no consiguen despegar. UPyD y Ciudadanos se han quedado
por detrás de lo que decían las encuestas y VOX se ha quedado a menos de
3.000 votos de un éxito histórico.
El escenario que nos queda hasta
las municipales es una formación de bloques o alianzas, por un lado, la extrema
izquierda que se alineará como el "Frente Popular 2.0", anteriormente
citado; por otro, los dos grandes partidos que tenderán a converger en el
centro, olvidando como hasta ahora sus principios y que utilizarán la táctica
de "vótame que viene el lobo" y por último los defensores de la
unidad de España y de su regeneración que tendrán el silencio mediático más
cruel y que tendrán que hacer valer esa superioridad moral que sus grandes
ideales le otorgan.
En esta batalla tomaremos partido
por los que defienden la libertad, la solidaridad y la unidad de España frente
a la separación, al odio y a la destrucción de lo que nos une. Alguien debe
socorrer a nuestra querida Nación, la gran derrotada de estas elecciones.
Jorge Amado
@jorgeamadog
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