El pasado sábado 23 de octubre, miles de personas se concentraron a las puertas del Hotel Meliá Sevilla para protestar contra el aborto, con motivo de la celebración del XI Congreso Internacional de Profesionales del Aborto y la Contracepción.
Este congreso, cuya única finalidad es la de avanzar en las técnicas para matar niños y enriquecerse a costa del sufrimiento de sus madres, estaba financiado con dinero público del Ayuntamiento de Sevilla y del Instituto Andaluz de la Mujer, órgano dependiente de la Junta de Andalucía, que preside el socialista José Antonio Griñan, que lo considero de “Interés Científico-Sanitario”.
Es triste que los ciudadanos españoles y andaluces tengamos que pagar con nuestros impuestos las reuniones periódicas de quienes se lucran con el sufrimiento de la gente, es triste que una vez aprobada la ley más sanguinaria de todo nuestro continente, sea justamente en España donde tenga lugar el congreso de los profesionales abortistas.
Afortunadamente, fueron miles las personas que se dieron cita ante el Hotel Meliá Sevilla, para denunciar lo que allí estaba teniendo lugar y lanzar un grito unánime en defensa de la vida, la mujer y la maternidad.
Ciertamente, lo hemos vuelto a conseguir, ya que una vez más una concentración próvida celebrada en España, al igual que pasa en cualquier lugar del mundo, goza de un rotundo éxito, y es que defender lo vida es lo normal, lo anormal es defender la muerte y por ende financiar con dinero público que se avance en la forma y el modo de practicar abortos.
Personalmente, creo que los españoles tenemos mayores problemas, gracias siempre al gobierno que preside el señor Rodríguez Zapatero, que nos ha metido en una crisis económica difícil de salir, y al que únicamente le interesan que sus proyectos de la denominada “ingeniería social” salgan adelante, con el único fin de dividir a la sociedad española.
Este congreso, cuya única finalidad es la de avanzar en las técnicas para matar niños y enriquecerse a costa del sufrimiento de sus madres, estaba financiado con dinero público del Ayuntamiento de Sevilla y del Instituto Andaluz de la Mujer, órgano dependiente de la Junta de Andalucía, que preside el socialista José Antonio Griñan, que lo considero de “Interés Científico-Sanitario”.
Es triste que los ciudadanos españoles y andaluces tengamos que pagar con nuestros impuestos las reuniones periódicas de quienes se lucran con el sufrimiento de la gente, es triste que una vez aprobada la ley más sanguinaria de todo nuestro continente, sea justamente en España donde tenga lugar el congreso de los profesionales abortistas.
Afortunadamente, fueron miles las personas que se dieron cita ante el Hotel Meliá Sevilla, para denunciar lo que allí estaba teniendo lugar y lanzar un grito unánime en defensa de la vida, la mujer y la maternidad.
Ciertamente, lo hemos vuelto a conseguir, ya que una vez más una concentración próvida celebrada en España, al igual que pasa en cualquier lugar del mundo, goza de un rotundo éxito, y es que defender lo vida es lo normal, lo anormal es defender la muerte y por ende financiar con dinero público que se avance en la forma y el modo de practicar abortos.
Personalmente, creo que los españoles tenemos mayores problemas, gracias siempre al gobierno que preside el señor Rodríguez Zapatero, que nos ha metido en una crisis económica difícil de salir, y al que únicamente le interesan que sus proyectos de la denominada “ingeniería social” salgan adelante, con el único fin de dividir a la sociedad española.
Por suerte en España mucha gente no esta dispuesta a seguir callada, cuando ve que se perpetran acciones contra la vida respaldadas por los poderes públicos. Sigamos así, este es el camino que tenemos que recorrer, para finalmente ver derogada esta injusta y sanguinaria ley.
Entrada del Presidente de Constitución y Libertad, Juan Morales Gámez.
Entrada del Presidente de Constitución y Libertad, Juan Morales Gámez.
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